Formar personas
sensibles y concienciadas no es tarea fácil. Que esas personas sean capaces de
transmitir con su trabajo dicha conciencia y sensibilidad, es más difícil aun;
y ya encontrarlas, en esta sociedad insolidaria y esclava del dinero, del usar
y tirar, del espectáculo fatuo y los silencios interesados... resulta casi
imposible. Por eso, cuando uno se topa con personas de la categoría humana y
artística de mi hermano, debe aprovecharlo sin dudar, disfrutarlo y
compartirlo. No andamos sobrados de gente así.
- De algún
lugar os tiene que venir esa rebeldía que produce una obra tan intensa.
De nuestros padres.
Crecimos en una casa donde el compromiso, la lucha activa contra la dictadura
era una cuestión vital y pusieron a nuestro alcance los medios necesarios para
que se despertase en nosotros la conciencia, para que fuésemos libres, para que
nos indignásemos ante la injusticia y la combatiésemos, para que fuésemos
personas más preocupadas en ser que en tener, para que tuviésemos un espíritu
crítico y pudiésemos crear. Por ponerte un ejemplo entre los muchos que te
podría dar, mis padres me llevaron al colegio Estilo, fundado por Josefina
Aldecoa y heredero del sistema de La Institución Libre de Enseñanza, donde no
se impartía religión ni había libros de texto. Esto en plena dictadura. Los
propios niños éramos los que ilustrábamos nuestros cuadernos, que por cierto, aún
conservo como un tesoro. Era y es un colegio donde el respeto al desarrollo
individual del alumno, el arte, la creatividad y el espíritu crítico del que te
hablaba, son su eje fundamental. Eso por decirte solo una cosa, pero para no
enrollarme, te diré que mis padres fueron la chispa y nosotros, si acaso, hemos
sido la llama. Así que cualquier reclamación al respecto, ya saben dónde
dirigirse. Eso sí, sepan que si van allí, me van a encontrar a mi (ríe).
- De la chispa nacerá la llama... En ese caso tus hijas estarán con su
conciencia a muchos grados de temperatura.
Uno no es más que una
sencilla correa de transmisión. Das lo que recibiste. Nosotros, Virgi y yo,
hemos hecho lo posible (y lo seguimos haciendo) para que nuestras hijas sean
buenas personas, solidarias, creativas, críticas y con la conciencia suficiente
para saber distinguir entre quienes ejercen la violencia y quienes la combaten.
Pero no es algo que hayamos hecho solos, son muchas las personas que han
aportando su granito de arena. Hay que sembrar para luego recoger. Lo cierto es
que estamos muy orgullosos de ellas.
- Te quiero decir, Rafa, que me encantan tus cuadros, que me han atrapado
y que después de verlos un rato mi conclusión es que enseñan porque hacen
pensar, de manera que esta es otra bonita y alegre vía que ayuda a formar a las
personas.
Me alegra que lo veas
así. Por supuesto, el arte es... o debería ser, porque tal y como están las
cosas y como se las gastan algunos, me parece que no es algo que se cultive
mucho, una pieza fundamental en la formación de las personas y en el desarrollo
de su sensibilidad. Una pieza que como la literatura, la música o el cine, por
citar solo algunas, son las que permiten a las personas ver y vivir la realidad
de un modo diferente, más humanista, por decirlo de algún modo. Y eso se nota
después en todos los ámbitos de la vida, en la relación con los demás, en la
educación de los hijos e incluso en el sexo. La cultura, cultivar la
sensibilidad, es una herramienta de vida que humaniza. No quiero decir con esto
que las personas que no lean, que no les interesa el arte , que no tengan
ninguna inquietud cultural, sean personas deshumanizadas, pero que andan cojas
por la vida, eso sí.
- Al poder nunca le ha interesado que la gente se cultive.
Al poder, al poder
económico, el auténtico poder, nunca le ha interesado que la gente piense, que
se cuestione cosas y pueda hacer algo
que ponga en peligro su sistema. Al poder no le interesa la solidaridad, ni la
sensibilidad, ni las personas, ni su calidad de vida, solo le interesan los
números, sus números, sus beneficios. No quiere ciudadanos, quiere consumidores
obedientes y sumisos, por eso necesita gente lo menos cultivada posible, que es
lo mismo que decir, lo más manipulable posible. Necesita gente con
conocimientos que sirva a sus intereses, no gente sensible, creativa y con
criterio propio que pueda cuestionarlos. Así, se cambian museos por parques
temáticos, cines y teatros por centros comerciales, libros por tele basura...
Te arrebatan la vida sin que te percates. Y de derechos, ni les hables.
- ¿Se podría decir de ti que eres un artista comprometido? Creo que tu
obra "La hora de las piñatas" merece un punto y aparte. Al verlo he
pensado en los muralistas mexicanos. La verdad es que todavía no sé por qué.
Has pensado en ellos
porque están ahí. Están Ribera, Orozco y Siqueiros, pero también Goya, Daumier,
Picasso o el Equipo Crónica, es decir, todos aquellos que en algún momento han
usado sus pinceles como un arma de denuncia. Sin embargo, no me considero un
artista comprometido, me considero una persona comprometida. Y no me refiero
solo políticamente, que también, sino humanamente. He realizado obras que
podríamos encuadrar dentro de lo que se considera crítica social, pero no es solo
ahí donde uno muestra su compromiso. El arte para mi, supone, per se, un
compromiso. No es la pintura crítica la base fundamental de mi trabajo, es más,
la he hecho y probablemente volveré a hacerla, pero no considero que sea el
medio más apropiado, ni más efectivo, para reflejar la sociedad que vivimos y
denunciar las barbaridades que se cometen. Hoy en día existen otros medios
mucho más eficaces para hacerlo, como son la fotografía, el cine, la canción,
las viñetas...
- Que también has utilizado.
Sí, uno dispara con
cuantas armas tiene a su alcance. Estuve unos años colaborando con mis viñetas
e ilustraciones en las revistas Zero
y Odisea, tomando parte activa y
aportando mi granito de arena, en la lucha del colectivo lgtb por ver
reconocidos los derechos que se les negaban. Eso me llevó a realizar una serie
de cómics titulados Chuecatown, que
tenían el mismo carácter reivindicativo que las viñetas que te he comentado; y
eso a su vez, desemboco en la realización de una película, pero ahí ya perdí el
control y la película su carácter reivindicativo, conservando del cómic
original tan solo el título. Pero eso es otra historia... Después de que se le
reconocieran al colectivo sus derechos, estimaron que mi aportación ya no era
necesaria y prescindieron de mis servicios. Parecía que ya estaba todo
conseguido... y ya ves. De todas formas, sigo haciendo humor gráfico,
intentando contribuir con mi trabajo a la idea de que otro mundo es posible. De
momento me han cerrado todas las puertas a las que he llamado. En fin... habrá
que esperar a que alguien vea la necesidad de que estas viñetas salgan a la
luz, mientras tanto, como me dijo en cierta ocasión Paco Ibáñez, "...a las personas con conciencia no nos queda
otra que seguir luchando". Y en esas estamos.
- Volvamos a la pintura. ¿Qué pintor o pintores han sido los que más te
han influenciado? ¿A cuál admiras más?
Todos. Bueno, dejémoslo
en casi todos. Lo que quiero decir es que soy una persona con una curiosidad
casi enfermiza y eso me lleva a descartar muy pocas cosas. Evidentemente, no me
gusta todo lo que veo y no con todo me siento identificado, pero todo pasa por
el filtro y siempre algo queda. Pero como hablamos de influencias, también te
diré que al no disociar a la persona del pintor, estas me han venido por todos
lados. Tanto me han influido pintores, como músicos, poetas, cineastas o
escritores. Y en cuanto a qué artista es al que más admiro, sin duda, te digo
Picasso; y si me dejases decirte otro, te diría Miguel Ángel.
- Con frecuencia te lanzas a interpretar la obra de otros pintores. De
Velázquez, Picasso, Cezanne, Goya, Van Gogh... ¿Qué te empuja a ello?
En primer lugar por el
placer de hacerlo. Son obras que me gustan y con las que de una u otra forma me
identifico. En segundo lugar porque me parece muy interesante, además de un
reto, la idea de aportar una visión distinta de la obra creada por otro artista.
Es apasionante y divertido explorar otras posibilidades. Y por último, porque
para mí un cuadro es tan interpretable como lo es un botella, el desnudo de una
mujer o un paisaje. Al fin y al cabo, pinte lo que uno pinte, lo que queda, lo
que llega , lo que trasciende, es tu manera de ver, de sentir. Lo demás solo es
técnica.
- La geometría está especialmente presente en tu obra. "Mujer con
abanico", por ejemplo, da para muchos estudios y conjeturas. Me llama la
atención tu forma de encajar las líneas rectas con otras curvas, de acercarlas,
de formar un conjunto con unas y otras, y de hacerlo, además, con una limpieza
y un colorido, diría que ejemplares. ¿Qué camino sigues para llegar a crear una
obra?
Bueno, dejémosles las
conjeturas y los estudios a los eruditos, que seguramente disfrutan con ellos
más que nosotros. No hay método o al menos, no hay un solo método. Juan Gris
decía que había pintores que partían de una botella para llegar a una
abstracción y que él partía de una abstracción para llegar a una botella. Pues
bien, yo he hecho las dos cosas. Por ejemplo, antes hacía muchos bocetos para
llegar a lo que realmente quería y
cuando por fin lo tenía, lo dibujaba a lápiz en el lienzo antes de empezar a
pintar. Antes, la pureza de las líneas, la pintura plana y la limpieza eran una
obsesión. Y sin embargo, ahora no hago ningún boceto, pinto directamente sobre
el lienzo sin dibujo previo, y las texturas, el azar y la expresividad de la
pincelada es lo que define la forma en cómo afronto en este momento una obra.
- ¿Cómo ves el mundo del arte en la actualidad?
Pues exactamente igual
que lo veía hace treinta años. Han cambiado las apariencias pero no las
esencias. No se ha dado ni un solo paso por parte de quienes han manejado y
manejan el mundo de la cultura, para acercar el arte a la gente. Sigue viéndose
como algo elitista y los motivos ya los hemos comentado antes. En lugar de ser
el arte el que refleje la sociedad y el tiempo que le ha tocado vivir, este se
ha convertido, simple y llanamente, en un reflejo de dicha sociedad. Hablo en
términos generales y del arte "oficial", por supuesto. Así, en un
sistema decadente, sin escrúpulos, donde por encima de todo (y de todos) priman
los beneficios, donde se antepone rapidez a eficacia, cantidad a calidad, donde
todo vale, a condición de que con ello se gane dinero, donde el dios mercado
establece las reglas y campan a sus anchas los privilegios, la corrupción y la
impunidad ¿qué arte se puede esperar?.. El arte ha sucumbido a los
"encantos" del todo poderoso mercado convirtiéndose en un negocio
como cualquier otro y los artistas, en meros productores de mercancía para
dicho mercado. El resultado es un arte espectáculo, un arte vacío, estéril,
inofensivo, un arte tapadera. En la sociedad de la tele basura y la comida
basura, se instala plácidamente el arte basura. Eso sí, una basura, para
algunos, muy lucrativa.
- ¿Tiene solución este panorama que pintas?
Por supuesto que la
tiene. Existen muchísimos artistas trabajando dignamente al margen de este
circo oficial. Artistas silenciados, en la sombra, que pintan o esculpen por
una necesidad vital, que se enfrentan a sus obras a pecho descubierto, que
tratan de sumar, de aportar su visión, de compartirla. Gente que pinta para la
gente, no para el mercado. Hay que acabar con la idea interesada de que el arte
es una inversión, quitarle esa pátina que lo convierte en un producto
financiero sin más y lograr que la gente pueda disfrutar de él sin complejos,
que pueda deleitarse y sacar de él todo lo que humanamente le enriquece sin
tener que pensar en futuras rentabilidades económicas. Hay que acercar el arte
a la gente y conseguir que la gente se acerque al arte. Mira, si te fijas, cada
vez que se organiza una exposición de pintura de calidad, ya sea de Velázquez,
Picasso, los impresionistas... la gente hace colas por verla. Y no lo hacen
solo porque sea una oportunidad única de disfrutar de obras que están
diseminadas por el mundo y a las que muy posiblemente no tengan acceso, sino
porque les atrae, porque a la gente le gusta el arte, el arte que transmite, que
emociona, el arte puramente humano, el arte con mayúsculas. En cambio, las
galerías de arte contemporáneo están vacías, no se forman colas a sus puertas
para ver lo que dentro se expone. ¿Y eso por qué? Porque el arte y los artistas
que se han subido a este burdo carrusel, han dado la espalda a la gente, porque
a la gente no le gusta que le tomen el pelo y porque está harta de cachondeos. Hay
artistas de calidad como para parar un tren y gente a patadas a la que le gusta
el arte. Solo hay que parar el tren y dejar que la gente se suba.
- ¿Y eso cómo se hace?
Pues cambiando muchas
cosas, tantas que probablemente necesitásemos un libro para poder explicarlas. Aún
así, y para no salirme del formato de la entrevista, te apuntaré alguna aunque
sea de forma telegráfica. Habría que tocar muchos palos, el primero,
evidentemente, la educación. Al principio te dije que no es tarea fácil formar
personas sensibles, pero es que además, lleva su tiempo hacerlo. Por eso es
esencial que la educación artística, el cultivo de la sensibilidad, se empiece
a dar desde la más tierna infancia. Habría que tocar temas fiscales, habría que
diseñar una política de apoyo, fomento y difusión de la cultura para que esta
llegase realmente a la gente, para que todo el mundo tuviese acceso a ella;
habría que cambiar la política de los museos y de los espacios gestionados por
el Estado, tanto en lo que se refiere a su uso y aprovechamiento como a la
gestión de sus recursos, y esto, es aplicable también a las casas de la
cultura, esos espacios infrautilizados y mortecinos que vegetan al lado de
nuestra casa. Habría que hacer una labor de difusión de la cultura a través de
la televisión, de una manera seria, imaginativa, rigurosa y constante;
habría... en fin, habría que hacer muchas cosas. Pero déjame decirte solo una
más, la fundamental: Que los pintores pinten, que los escultores esculpan, que
recuperen la pasión que esta sociedad competitiva les arrebató; que vuelvan a
emocionar. Esa sería una bella manera de empezar.
- Y ya la última pregunta: ¿Qué planes tienes, artísticamente hablando?
Esta me la has puesto
fácil: Pintar.
- Rafa, ha sido un placer conversar contigo. Mientras lo hacíamos, estaba pensando en cómo podría cambiar este país con un Ministro de Cultura de tus características. Desgraciadamente, no caerá esa breva, eso sería algo así como si de pronto eligieran Papa a un cura comprometido de Cuatro Caminos, pero si me dejaran hacer una propuesta a día de hoy, una propuesta para estudiar, no dudaría en trasmitir esta. Sinceramente.
Ost